Quiénes somos

Somos un grupo de jóvenes universitarios preocupados por el futuro de Medellìn ante las incoherencias de Luís Pérez Gutiérrez cuyas propuestas hablan de una ciudad excluyente, coercitiva y de políticas dispersas que la llevarán al colapso en el 2011. Todos con Medellín quiere ser una herramienta que aporte a la reflexión, desde los argumentos y la información tras las propuestas, para que los ciudadanos recuerden quién fue Luís Pérez como alcalde y qué propone hoy como candidato.

jueves, 25 de octubre de 2007

Por favor, no bote su voto


El ciudadano no comprende el verdadero significado del voto y el control que está ejerciendo a través de éste pero, paradójicamente, reconoce que votar es un modo de participación política. Votar para muchos solamente significa marcar una equis en el tarjetón por un candidato que ofreció algunos beneficios a cambio.

Del mismo modo, se tiene muy poco conocimiento sobre lo que significa el sufragio según la Constitución Política de Colombia cuyo artículo 258 dice que “el voto es un derecho y un deber ciudadano. En todas las elecciones los ciudadanos votarán secretamente”.

Según ese artículo, acercarse a las urnas de votación además de ser una responsabilidad ciudadana, también es un derecho que permite traspasar la sola participación electoral. Un derecho que busca no la elección de personas sino de sus ideas para la solución de los asuntos públicos.

Gracias al voto los ciudadanos fuerzan al gobierno a responder a sus demandas, esto hace que los gobiernos estén sujetos al control de los votantes.

No obstante, los colombianos por tradición han considerado que una vez elegido el dirigente, las decisiones políticas son responsabilidad de éste únicamente y no hacen controles ni reflexionan sobre el papel del ciudadano como veedor de esa toma de decisiones que van a afectar a una mayoría.

Voto calificado

Para votar es necesario saber leer y escribir y aunque parezca muy obvia esa afirmación, durante algunas observaciones electorales realizadas en las pasadas elecciones presidenciales se evidenció cómo un ciudadano no sabía qué era una equis ni cómo marcarla.

Allí se resalta el analfabetismo de cierta parte del electorado colombiano. Según cifras del DANE, al 2006 Colombia contó con 3’546.893 personas que no saben leer ni escribir, es decir, el 8,6 por ciento de la población apta para votar.

Y lo anterior unido al alto índice de abstencionismo que existe en Colombia permite que la democracia en el país no sea verdaderamente representativa, lo que quiere decir que los gobernantes elegidos no son la expresión de una mayoría popular que con el voto manifestó su opinión crítica.

Otro inconveniente del colombiano es su alta capacidad de olvido y resignación lo que ha hecho que sea pasivo al momento de participar en sociedad, sea a través de las elecciones u otros mecanismos.

Pero aparte de ser alfabetos y de tener voluntad de elegir, los ciudadanos deben informarse sobre las propuestas políticas, la trayectoria del candidato, y también, sobre cómo se desarrollará el proceso electoral: dónde puede votar, qué debe llevar, cómo debe marcar su voto y cuáles son sus derechos.

El voto es el mecanismo de participación pública más utilizado y reconocido en todas las democracias, sin embargo, existen otras maneras de involucrarse como ciudadanos frente al Estado.

Algunas de esas formas son el debate con argumentos, la puesta en común de ideas, la revisión cuidadosa de las propuestas de gobierno para que el voto sea a conciencia, sin necesidad de venderlo a ninguna campaña sin escrúpulos.



El 28 de octubre es el día. Hay que pensar en Medellín y en que la gran oportunidad de dirigir los destinos de la ciudad debe dársele al más idóneo.

¿Usted votaría por él?

¿Usted votaría por él?